Capitulo 36

Hola  chicas!!

Tarde lo se, pero ahhhh!!! No tienen idea de lo estresante que es, tener otras ideas  para  fic, pero nada para esta!!! Juro terminarla, lo juro!!!

Los  ojos de Silver se  abrieron de  par en par, creo que de los  nervios.- Instalar.- Dijo ella.

Tom la apretó de la mano (Ellos jamás  se  soltaban) -¿Vamos?

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Silver asintió de manera  tímida.- Vamos.

Samantha sonrió ampliamente, mostrando la picardía y sarcasmo que de cierta manera me agrada.-  Tómense  su tiempo mis estimados, mientras  Bill y  yo aremos  sándwiches y prepararemos la fogata.

Cosa  increíble, mi hermano se sonrojo y Silver, no se diga. – Vamos cariño.- Invite a mi novia para irnos  y dejarlos  solos.

Narra  Tom

Ella y yo solos, justamente  en este momento donde  la cosa entre los  dos  estaba  tan  tensa  gracias a  mis  estúpidos  celos, celos  que son  tontos  porque  ella  me quiere y  me  lo demostró.

-Esto es incomodo.- Expreso Silver rompiendo el silencio que había. –Tom yo….

Me acerque mas a ella  y le cubrí sus labios  con mi dedo para indicarle que  guardara silencio. – No digas nada, yo fui el tonto que  la cago,  los celos se apoderaron de mi,  y no  es justificación pero en la  mirada de él había…..

-¿Posesión?- Me dijo ella.

Me le quede viendo.- ¿Cómo sabes?

-Él era así.

-Me molesto que te  viera como si fueras un objeto de su posesión.

-Sam dice que así fue siempre,  pero yo no lo veía.

La  tome de la mano y la bese.- Perdóname, no quise actuar así, prometo que no volverá a  pasar.

Ella  sonrió.- Porque  mejor no dejamos esto  en  el olvido.

-Solo si me perdonas.- Ella negó.- ¿No me perdonas?

Ella carcajeo.- No se trata de perdonar, se trata de  pensar antes de decir las  cosas.

Baje la mirada. –Es algo con lo que siempre  he tenido problemas.

Ella  busco mi cara con sus  manos.- No te  atormentes tanto,  he de  confesar  que  me  gusto que  reaccionaras así.

Me sonroje.- ¿Por qué?

-Porque significa  que te intereso.

-Y no como objeto,  más bien como mi aire  para respirar.

Ella sonrió y  se  levanto un poco para  besarme los  labios.- Te amo.

Que bien me sentía cuando ella me decía que me  amaba, era como yo fuera una  pila y necesitaba de ella  como si fuera mi cargador.

Narra  Sam

Me sentía tan feliz.

Tom  y Silver, era  como novatos en el tema de relaciones  y  definitivamente  necesitaban un pequeño empujón para que su relación sea como la que representan físicamente.

-No puedo describir la cara de  satisfacción que tienes en estos momentos.- Me dijo mi novio sonriendo.

Carcajee.- Es muy obvio.- Bill asintió.- Es que  necesitan un empujoncito.

Ella volvió afirmar mi comentario.- Me sorprende de  Tom, él es…..

-Experto en mujeres.

Rió. –No exactamente, digamos que él no deja intimidar por las mujeres.

-Silver y yo leímos un poco de  ustedes.

-No se dejen llevar  por las entrevistas, Tom  es  coqueto, pero jamás  le ha  faltado al respeto a una mujer.

Narra  Silver

Entramos en silencio en la habitación que mi novio y yo compartiríamos.

Segundos  pasaban y el silencio seguía, tanto era que  lograba escuchar  claramente  los latidos de  Tom.

-Me siento nervioso.- Expreso él con vergüenza.

Apreté de su mano con fuerza.-Llévame a la cama.- Le pedí.

Escuche  nuevamente los  latidos de  Tom, también logre escuchar  como se aclaraba la  garganta. – Está bien.

Caminamos en silencio mientras el, me tomaba de la  mano llevándome hacia el lugar que le había pedido.

¿Qué estará pensado? ¿Estará  igual de nervioso igual que yo? ¿Querrá lo mismo que yo?

-Listo.- Dijo cuando llegamos a la cama, ayudándome a sentarme.

Le pedí con mi mano que se sentara a mi lado. -¿Estas nerviosa?- Me pregunto.

Yo asentí.- Quiero…..-Dude un poco.- Quiero hacer algo.

Sentí como su mano empezó a recorrer  mi rostro.- Haré lo que tú me pidas.- Cuando me dijo esto, sentí su respiración muy cerca de mis  labios, demasiado cerca.

-Quiero.- Me aclare la  garganta.- Quiero conocerte, déjame  conocerte.

No expreso ni dijo nada.- ¿Cómo?

Sonríe y me acerque mas a él para cerrar la  distancia que tenían nuestros  labios,  besándolo una sola  vez; un beso tierno,  corto con la opción de que se alargara  pero no le deje.

Me  moví para poder acomodarme, sentándome  recta en lo que yo creo, era la mitad de la cama y cruzar mis  piernas.

-Ven.- Le pedí.- Siéntate enfrente de mi.

Segundos después  sentí como se acomodaba enfrente de mí y me tomaba de las manos.- Listo.

Sonreí- Déjame conocerte.

Narra Tom

¿Conocerme?

Ella me  conocía, sabía quien era y lo que representa para  mí.

Peco de  ignorante, pero honestamente  no entendía lo que quería.

-No te asustes.- Me dijo sonriendo.- Quiero conocer tu cara, quiero sentir  la parte de ti, quiero que mi manos se reconozcan como algo mio.

-Soy tuyo.- Le dije honestamente.

Ella rió.- ¿Te poseo?

Asentí.- Yo hago y  siempre haré lo que tu me pidas.- Le dije sin dudar. –Pídeme  amor y te lo daré,  pídeme la luna y  te la entregare en tus manos, pídeme lo que quieras pequeña  y yo, no importa como; te lo daré.

-No quiero tanto Tom.- Me dijo ella.- Solo quiero saber como eres.

Levanto sus manos y toco mi rostro, acariciando tierna y apasionadamente.

Sus  manos  tocaron cada parte de mi rostro, pasando por los ojos, mis cejas, mi nariz y al final mis labios.

-Eres guapo.- Me dijo ella sonriendo. –Tienes una nariz exquisita y unos  labios tentadores.

Reí.- Labios que solo le gusta  besar tus labios.

Sonrió al igual que yo, justo cuando empezó a bajar por el cuello, acariciando mis  hombros, para segundos  después, tocar mi torso. –Oh.

Cuando llego a los  botones de mi cocina, yo sentí que el mundo se detenía ¿Ella me deseaba?

Desabrocho un botón, después  otro y otro.

-Silver.- Le  llame  mientras  tomaba de  sus manos.

Ella  movió sus manos (que estaban unidas a las mías) y las llevo a sus hombros.

No puedo expresar lo que sentí, mis  manos, sobre sus manos. La mejor  sensación que  he sentido en toda mi vida, ella era mi vida, mi alma, mi aire, ella simplemente es  mi todo.

Me acerque a ella hasta que  pegamos  nuestras narices y ambos  sonreinos.

-Te amo pequeña, te amo mas que nada en el mundo.

-Te amo igual.- Me hablo ella con un tono de voz que no fue mas que un gran suspiro.

Subí mis  manos hacia su rostro y con un romanticismo que pensé no tenía; bese  sus ojos, su nariz, sus labios.

-Te amo.- Le  dije antes de  besarla.

Nos  besamos  con mucha intensidad  por unos  minutos, minutos que  fueron gloriosos para mi, minutos  donde  un Tom murió. El Tom que era antes de  conocerla; el mujeriego, el directo y más cosas.

Y nacía un Tom nuevo, uno nuevo para ella.

Me di cuenta de que tenia que hacer las cosas diferentes con ella, por que ella era diferente y no podía hacer lo que hacia con las  demás.

-Eres diferente.- Le dije cuando nos dejamos de  besar.- Tu eres diferente y te quiero tratar diferente.

-¿Cómo es eso?

-Quiero hacer las  cosas bien contigo.

Silver se alejó de mí y tomo de mis manos.

-No te entiendo.

Solté de sus  manos  y las coloque en mi mejilla.- No puedo hacer esto, no hoy.

Ella se alejó de mí y negó.- No te entiendo. –Tome de sus manos y ella se alejó. -¿Es por esto? – Expreso indicando sus ojos.